El Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) es un centro público de investigación ubicado en Esporles (Mallorca). Su principal misión es transferir conocimiento científico a la sociedad y avanzar en la comprensión de los procesos ambientales que afectan a nuestro planeta y a los seres que lo habitan.

Quiénes somos

El IMEDEA es un centro mixto de investigación entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de les Illes Balears (UIB). Nuestras actividades abarcan la investigación interdisciplinar, la formación científica y el apoyo a las políticas ambientales.

Más información

Qué investigamos

Nos centramos en el estudio del medio natural (ecosistemas marinos, costeros e insulares), los procesos que determinan su funcionamiento, los organismos que lo habitan y su evolución, manteniendo una perspectiva integral orientada especialmente a los ambientes Mediterráneos.

Más información

Nuestros proyectos

Abarcamos desde procesos fundamentales que afectan a la vida, al estudio del funcionamiento de los ecosistemas, integrando aspectos físicos, químicos y biológicos, los cuales abordamos desde un foco regional (mediterráneo, costero, insular) pero con una clara proyección internacional.

Más información

Nuestra participación en redes


Dentro de estas redes, interactuamos con científicos, biólogos marinos, expertos en conservación y apasionados defensores del medio ambiente. Estas conexiones nos han permitido compartir hallazgos, metodologías y estrategias que contribuyen al avance de nuestro campo de estudio.

Noticias


Noticia destacada
28/11/2023
Reservas naturales protegidas: Insuficientes por sí solas para revertir la pérdida de biodiversidad.
El estudio revela que sólo un pequeño porcentaje de especies se beneficia de los efectos de estas reservas En medio de la creciente preocupación por la pérdida acelerada de biodiversidad en todo el mundo, un nuevo estudio liderado por investigadores del Institut Mediterrani d'Estudis Avançats (IMEDEA, CSIC-UIB) en colaboración con el Centro de Investigación para el Cambio Ecológico de la Universidad de Helsinki, arroja luz sobre los efectos de las áreas naturales protegidas. El estudio, realizado a lo largo de cuatro décadas y que ha evaluado 638 especies animales, concluye que las áreas protegidas no son capaces, por sí solas, de revertir la pérdida de diversidad biológica. Aunque las áreas protegidas se consideran esenciales para combatir la disminución de biodiversidad, las conclusiones de este estudio ponen de manifiesto que tan sólo una pequeña proporción de las aves, mamíferos, plantas y fitoplancton estudiados se beneficia explícitamente de la protección en estas áreas. En el mejor de los casos estas reservas naturales logran una desaceleración del declive poblacional de algunas especies, aunque este efecto no es uniforme en todas ellas, por lo que resulta una solución incompleta y parcial. Foto: Milano real Autor: Miquel Gomila   Es necesario implementar medidas adicionales para maximizar su impacto Los resultados indican que el tamaño del área y el tiempo de aplicación de las medidas de protección son factores cruciales para mejorar los resultados en términos de conservación, y que este impacto positivo se observa de manera general en diversas especies, independientemente de su estado de amenaza o de sus rasgos particulares, siendo más evidente en mamíferos, plantas y fitoplancton. El estudio concluye que, aunque las áreas protegidas son valiosas para proteger especies, hábitats y ecosistemas sometidas a constantes cambios debidos a factores globales, requieren una atención cuidadosa. Hace un llamado urgente a la comunidad científica y a los responsables de políticas ambientales, subrayando la necesidad apremiante de medidas concretas como ampliar las áreas protegidas, mejorar su conectividad y afinar su gestión, así como realizar evaluaciones rigurosas de su efectividad, a fin de maximizar su impacto en la conservación de la biodiversidad. Foto: Pardela cenicienta Autor: Victor Paris Andrea Santangeli, autor principal del estudio, comenta: "Nuestros hallazgos no deben desalentarnos de establecer áreas protegidas. Más bien al contrario, demuestran que estas áreas nos proporcionarán un tiempo precioso para contrarrestar la rápida pérdida de especies. Proteger un área ayudará a frenar la pérdida local de muchas especies, pero al mismo tiempo, no podemos detener la pérdida de especies simplemente reservando pequeños fragmentos de tierra aquí y allá y esperar resultados milagrosos".   Accede a la publicación original Mixed effects of a national protected area network on terrestrial and freshwater biodiversity | Nature Communications
Ver todas las noticias