IMEDEA día a día: Sílvia Pérez

01/06/2017

 

 

Foto: Sílvia Pérez en su despacho del IMEDEA.

 

 

 

Esporles, 2 de junio de 2017.  Sílvia Pérez es Licenciada en Biología por la Universidad de las Islas Baleares y trabaja como técnica en el Grupo de Ecología de Peces del IMEDEA (UIB-CSIC) desde el año 2007.

 

A la pregunta de ¿qué estás haciendo estos días?, nos contesta que está básicamente con tres cosas.

 

Por un lado está analizando los datos obtenidos tras la cuantificación de la composición química de 300 otolitos de anchoa (Engraulis encrasicolus), un trabajo solicitado por  una investigadora del Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Santander. Se trata de un servicio externo que ofrece el IMEDEA al investigador o a la entidad que lo solicite y cuya realización se cobra. El estudio de la microquímica de los otolitos permite conocer la composición de los elementos traza (a nivel de ppm y ppb) de estas piezas calcificadas presentes en el oído de los peces y relacionarla con procesos fisiológicos y ambientales sufridos por el individuo. Gracias a este estudio se pueden diferenciar stocks y poblaciones, conocer orígenes, detectar contaminantes, etc. La preparación de los otolitos se hace bajo técnicas ultralimpias para evitar contaminaciones de manera que se usa material no metálico limpio en ácido y reactivos de elevada calidad. Los otolitos inicialmente se limpian, se pulen y se montan en portaobjetos especiales con el fin de obtener láminas planas a la altura del núcleo del otolito, y a continuación se analizan mediante ablación por láser acoplada a espectrometría de masas (LA-ICPMS). En el caso de estos 300 otolitos de anchoa, la primera parte del proceso la ha realizado Sílvia en el IMEDEA, pero la parte analítica se ha  hecho en la Universidad de la Coruña porque en el IMEDEA no se dispone del equipo necesario para hacerlo. Existe un convenio con esta Universidad y normalmente Sílvia se desplaza allí para analizar las muestras con el espectrómetro de masas, pero en esta ocasión la analítica ha sido realizada por personal de allí. Los elementos analizados en esta ocasión han sido: litio, sodio, potasio, magnesio, manganeso, calcio, estroncio y bario. Los datos brutos obtenidos del ICPMS deben ser depurados, transformados en concentraciones y revisados, trabajo que realiza ella misma. Es necesario disparar sobre materiales de referencia con concentraciones conocidas para calibrar los resultados. También hace fotos de los otolitos para comprobar que el láser se haya disparado sobre la zona del otolito requerida. En este caso el disparo se ha hecho en el core (núcleo) del otolito, para ver la señal de nacimiento del pez y en el borde, para ver la señal de captura. Los otolitos que está analizando son de uno y dos años de edad y de diferentes zonas del Atlántico (Cádiz, Galicia, Golfo de Vizcaya, Cantabria, etc). Lo que se busca es ver si hay conectividad entre poblaciones y ver si peces capturados en diferentes sitios tienen el mismo origen de nacimiento (es decir, sobre las mismas masas de agua).

 

Foto: Sílvia Pérez observando muestras en su laboratorio del IMEDEA.

 

También está analizando, en esta ocasión para un investigador del IMEDEA, los datos obtenidos tras analizar la composición química de los otolitos de corvinas (Argyrosomus regius) capturadas por la flota pesquera alicantina. En la zona hay varias piscifactorías de producción de esta especie y en la época de traspaso de los individuos a las jaulas situadas en el mar se observa que es cuando las pesquerías capturan más corvinas debido a los escapes. Con la microquímica del otolito se quiere ver si se pueden identificar esos escapes al discernir las señales químicas de cuando los individuos estaban en cautividad y en el medio natural. Para ello ha realizado transectos de puntos de láser desde el núcleo hasta el borde del otolito obteniendo, de este modo, datos de toda la vida del pez.

 

Parte de su tiempo lo está dedicando a la preparación de otolitos de las tres especies que componen lo que comercialmente se denomina jonquillo (Aphia minuta, Pseudaphia ferreri y Crystallogobius linearis) para determinar su edad y tasas de crecimiento. El objetivo es caracterizar el crecimiento de las tres especies.

 

Recientemente también ha estado enseñando todo el protocolo para la preparación y lectura de otolitos de llampuga (Coryphaena hippurus) a un estudiante de doctorado del IMEDEA. Buena parte de su tiempo la dedica a enseñar las técnicas esclerocronológicas tanto a estudiantes del IMEDEA como a personal externo.

 

Como técnica del Grupo de Ecología de Peces tiene a su cargo el orden y mantenimiento de los laboratorios, neveras y congeladores, realizar las compras de material y tener al día todo el inventario de material y otolitos del grupo. Lleva también la actualización de los datos del curriculum del grupo, el cual se presenta en las convocatorias de personal investigador que quiere formar parte del equipo.

 

Por último ayuda a la Prof. Beatriz Morales en tareas administrativas como la actualización de su curriculum, el mantenimiento de su base de datos bibliográfica y el archivo de documentación.

 

 


Fuente: IMEDEA (UIB-CSIC)