Un novedoso proyecto estudia las consecuencias de la llegada del buitre leonado a Mallorca

10/02/2020

 

 

 

Foto: Jose Antonio Donazar (EBD) y Ainara Cortés con un ejemplar de buitre negro capturado en Mallorca y equipado con GPS (Autor: Manuel de la Riva)

 

 

Esporles, 11 de febrero de 2020. En 2008, el buitre leonado (Gyps fulvus) llegó a las Islas Baleares en un extraordinario evento de colonización. La especie se ha adaptado al hábitat de Mallorca y comparte territorio y recursos con el buitre negro (Aegypius monachus). Un proyecto de la investigadora del IMEDEA Ainara Cortés (que disfruta de una beca "Vicenç Mut" otorgada por el Gobierno de las Islas Baleares) y promovido por la Vulture Conservation Foundation (VCF), investiga este fenómeno.

 

 

Buitres leonados colonizaron Mallorca

A principios del siglo XXI solo vivían en Baleares dos especies de aves necrófagas: el buitre negro en Mallorca y el alimoche (Neophron percnopterus) en Menorca. Pero en noviembre de 2008 llegó al archipiélago otra especie de buitre transportada por fuertes vientos de una tormenta: el buitre leonado.

 

 

Los vientos del oeste llevaron hasta Mallorca a más de cien individuos procedentes de la España continental que, en lugar de irse, se quedaron y colonizaron la isla. La mayoría de ellos eran juveniles y comenzaron a reproducirse después de alcanzar su madurez sexual. En la primavera de 2012, nacieron los primeros polluelos en la Serra de Tramuntana, consolidando el establecimiento de la especie en Mallorca y ampliando su distribución. Desde entonces investigadores y conservadores han monitoreado la nueva especie, que parece haberse adaptado bastante bien al hábitat balear.

 

 

Buitres leonados y negros comparten una isla

La población de buitre negro, que es originario de Mallorca, estaba disminuyendo rápidamente dejándolo al borde de la extinción, pero gracias a los esfuerzos de conservación que redujeron la persecución humana directa, entre otras acciones, la población se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años. La Fundació Vida Silvestre Mediterrània y el Departamento de Protección de Especies del Gobierno Balear estiman que en los años 80 había unas veinte aves y, actualmente, hay alrededor de 200 buitres negros en la isla, incluyendo aproximadamente 39 parejas reproductoras que anidan en la Serra de Tramuntana. Actualmente hay unas 15 parejas de buitre leonado que se reproducen con éxito, presentando una oportunidad excepcional para su investigación. Este proyecto estudia los efectos y consecuencias de la llegada de la especie a Mallorca.

 

 

Un proyecto que estudia los efectos de la colonización

El proyecto utiliza métodos y enfoques de vanguardia para estudiar los patrones, procesos y consecuencias de este evento. "La colonización de Mallorca por el buitre leonado es un evento extraordinario", dice la Dra. Ainara Cortés-Avizanda, investigadora del Grupo de Ecologia y Demografia Animal (GEDA) del IMEDEA, encargado del estudio. "Desde un punto de vista ecológico, es un experimento raro que nos permite obtener conocimiento sobre el terreno de una especie clave y ver qué sucede cuando ya hay otra en la isla".

 

 

El proyecto busca además determinar la estrategia de alimentación de los buitres leonados y buitres negros, monitorear sus movimientos y ver las percepciones que tiene la comunidad local sobre el buitre leonado y los servicios ecosistémicos que puede proporcionar en Mallorca.

 

 

Estrategia de alimentación

El proyecto estudia la estrategia de alimentación para ver si existe una posible competencia entre las especies residentes y colonizadoras y el análisis de isótopos estables, lo que permite reconstruir la dieta de las especies. Esto se aplica luego a la investigación sobre las relaciones tróficas dentro de las comunidades de vertebrados, así como para abordar preguntas específicas sobre la variabilidad temporal y espacial en las dietas. Además, esto ayudará a identificar cuán dependientes son las dos especies de buitres de la carroña derivada tanto del ganado doméstico como de los animales salvajes.

 

 

Monitoreando los buitres

Otro aspecto de este proyecto es equipar buitres con transmisores GPS / GSM para monitorear sus movimientos y comprender mejor su comportamiento. La VCF suministró 6 dispositivos para marcar un total de seis aves en Mallorca, que ahora proporcionan datos importantes sobre sus movimientos. El monitoreo de los buitres también ayudará a predecir conflictos con respecto a actividades socioeconómicas como el ganado.

 

 

Investigar la percepción de los locales

Una de las partes más innovadoras del proyecto es la inclusión de la percepción social. Con este fin, la Dra. Ainara Cortés-Avizanda lleva a cabo un ambicioso proyecto de investigación que ha realizado 160 encuestas a agricultores de la Serra de Tramuntana sobre los diferentes servicios ecosistémicos proporcionados por los buitres y la percepción que tienen de éstos.

 

 

Ainara Cortés considera que este estudio de las percepciones y las actitudes de las partes interesadas destaca la necesidad de trabajar más con los agricultores para cerrar, si existe, cualquier laguna de conocimiento. El proyecto tiene como objetivo hacerlo proporcionándoles información sobre la identificación de las especies carroñeras, su fenología, presencia, comportamiento y los servicios ecosistémicos que ofrecen y, por lo tanto, integrar los intereses de los factores sociales en las directrices de gestión futuras.