Gracias a la nueva técnica basada en ADN ambiental y a un seguimiento de dos años, investigadores de la universidad milanesa, en colaboración con Monk Seal Group y con el apoyo de nueve asociaciones, han identificado seis "puntos calientes" de presencia de la especie en el Mediterráneo central. Los datos fueron publicados en la revista "Scientific Reports".

La conservación de los animales se basa en la evaluación de la distribución y el uso del hábitat de las especies, pero para los animales más escurridizos o en peligro de extinción esto puede resultar difícil. La foca monje, Monachus monachus, es una de las especies de pinnípedos (mamíferos carnívoros que, junto con los cetáceos y los sirenios, son los únicos mamíferos adaptados a la vida acuática marina) más amenazadas del mundo y la única endémica del mar Mediterráneo. Durante las últimas décadas, las observaciones directas han sido pocas y dispersas, lo que dificulta determinar su distribución fuera del mar Egeo (área de distribución). 

El estudio ha sido llevado a cabo por un equipo de investigación de la Universidad de Milano-Bicocca en colaboración con APS Monk Seal Group y con el apoyo de varias asociaciones y organismos de investigación entre las que se encuenta el IMEDEA. Se trata de un estudio piloto basado en el análisis de ADN ambiental (eDNA) en muestras de agua de mar a través de un revolucionario sistema de detección no invasivo, en el que los investigadores analizaron 135 muestras tomadas en 120 puntos del Mediterráneo centro-occidental, en busca de rastros moleculares de la foca monje. El análisis reveló así la presencia de los raros pinnípedos en zonas donde hace décadas que no se realizan observaciones directas, como por ejemplo en muchos tramos de mar que rodean nuestra península, desde las aguas del cañón de Caprera hasta el Alto Adriático y las Islas Baleares.

Así lo han revelado en el artículo "Jugando al escondite con la foca monje del Mediterráneo", publicado en la revista Scientific Reports (DOI: http://doi.org/ 10.1038/s41598-023-27835-6) y que recoge los datos de la amplia campaña de seguimiento llevada a cabo a lo largo de las costas italianas y en los tramos de los mares vecinos entre 2020 y 2021 para rastrear la presencia de la foca monje del Mediterráneo (Monachus monachus), una de las especies más raras del mundo.