El IMEDEA participa en un proyecto que busca concienciar a gestores y ciudadanos sobre los efectos del declive de los insectos en la cuenca mediterránea

05/03/2020

 

 

 

Foto: Avispa cartonera (Polistes dominula), un himenóptero apócrito de la familia Vespidae (Autor: N.W.Owens)

 

 

Esporles, 6 de marzo de 2020. El proyecto de la Unión Europea 'Polinizadores Life 4' en el que participa el IMEDEA busca concienciar a gestores y ciudadanos sobre los efectos del declive de los insectos en la cuenca mediterránea. Está coordinado por la Universidad de Bolonia y en él participan investigadores expertos en polinización de Italia, Grecia y España. En nuestro país será la investigadora del IMEDEA Anna Traveset, junto con la Universidad de Vigo, quien llevará a cabo este proyecto durante cuatro años.

 

 

La mayoría de estudios realizados en Europa pertenecen al centro y norte del continente, pero la cuenca mediterránea, punto caliente de biodiversidad que alberga la mayoría de las abejas endémicas y que es clave para la conservación de numerosos polinizadores, está escasamente estudiada. Por ello el proyecto se centra en los países mediterráneos y en España se llevarán a cabo acciones en Galicia y Baleares.

 

 

Aunque acaba de arrancar ya tienen claro en qué espacios de las islas van a trabajar. Así, en Mallorca, lo harán en el Parque Natural de S’Albufera, donde llevan años estudiando y en el Parque Natural de Es Trenc, en el que saben que hay muchas especies de abejas, aunque aún no han investigado allí. En Menorca comenzaron con un proyecto financiado por la Agencia de la Reserva de la Biosfera y la idea es llevarlo a cabo también en Ibiza y Formentera, y si es posible extenderlo a otras islas, como Cabrera.

 

 

De las aproximadamente 352.000 especies de angiospermas descritas actualmente en el mundo, se estima que más del 87 % de ellas dependen, en mayor o menor medida, de los animales para llevar a cabo con éxito el proceso de la polinización y, aunque aves, mamíferos y reptiles, también pueden ser agentes polinizadores, los insectos son, con diferencia, los principales encargados de realizar esta tarea fundamental para la biodiversidad y la producción de muchos cultivos.

 

 

En los últimos años se han disparado las alarmas y ya se habla de la crisis de los polinizadores, alertando de su declive y de la reducción drástica de las poblaciones de muchas especies. Aunque actualmente no hay suficientes datos científicos que den una idea completa del declive, existen evidencias de una disminución considerable de los polinizadores, debido principalmente a las actividades humanas. Está tendencia se ve claramente en las especies para las que se dispone mayor información como son las abejas y las mariposas (en Europa, una de cada diez está en peligro de extinción). Entre los factores que impactan negativamente en los polinizadores se encuentran los cambios en el uso del suelo para la agricultura o la urbanización, que conlleva la pérdida y  degradación de los hábitats naturales. A los monocultivos agrícolas, en los que desaparece mucha diversidad de flora, se suman los pesticidas y otros contaminantes, la introducción de especies exóticas invasoras y el cambio climático, que influye en la distribución de especies y en otros aspectos como su ciclo biológico.

 

 

El proyecto Polinizadores Life 4 busca que todo el conocimiento científico que existe sobre este problema llegue a la sociedad en general y, en especial a los colectivos más directamente implicados, como son los gestores, personal de parques, apicultores o agricultores, para que tomen conciencia de la necesidad y urgencia de este tema y se comiencen a consensuar soluciones.

 

 

Los objetivos del proyecto son:

 

  • Aumentar la concienciación sobre la disminución de los polinizadores, destacando la importancia de sus servicios para el funcionamiento y la salud de los ecosistemas y agroecosistemas, ya que más del 75% de los cultivos dependen de animales para su polinización
  • Promover actitudes y comportamientos que favorezcan a los polinizadores silvestres nativos, fomentando prácticas amigables en entornos rurales y urbanos
  • Promover la participación de los ciudadanos, tanto en la recolección de datos como en acciones encaminadas a lograr más espacios verdes y más recursos para estos animales
  • Promover una mejor gobernanza ambiental, transfiriendo todos los datos y resultados a las autoridades pertinentes para que se desarrollen estrategias y planes de acción que protejan a los polinizadores en los estados miembros donde faltan

 

 

Con todas estas medidas se busca no solo frenar el declive de los polinizadores, sino aumentar sus poblaciones. En los sitios que han escogido para llevar a cabo las pruebas piloto verán qué medidas se pueden adoptar para aumentar la diversidad y comenzar a realizar monitoreos desde el primer año, para ver si al finalizar el proyecto se han producido cambios.

 

 

La polinización realizada por insectos, especialmente abejas y mariposas, es la más conocida, pero escarabajos, moscas, mosquitos, hormigas o avispas también contribuyen. Existen casos de interacciones altamente especializadas en las que una planta depende en gran medida de un determinado polinizador o viceversa, por lo que la disminución o pérdida de una de las especies puede llevar al declive e incluso la extinción de la otra.
 

 

 


Fuente: IMEDEA (UIB-CSIC)

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