HOBS se fundamenta en aprovechar la infraestructura de hoteles de IBEROSTAR como observatorios del cambio climático y como centros participativos de concienciación de los cambios que se producen en el medio ambiente costero a consecuencia del mismo.

El objetivo científico del proyecto es la comprensión de los procesos físicos que afectan a la morfodinámica de la playa de Muro y a su dinámica litoral. Más concretamente, el efecto que producen las variaciones de nivel del mar y el oleaje en la playa, anticipando la relevancia de estas variables en escenarios de cambio climático.

Siguiendo el espíritu de la relación establecida entre IBEROSTAR e IMEDEA, la propuesta combina actuaciones de carácter técnico, en las que se utilizarán herramientas avanzadas de observación y modelado numérico, con otras de ciencia-ciudadana en las que se involucrará a voluntarios (usuarios de los hoteles y población local) para obtener información de bajo coste, pero de alto valor científico sobre el estado de la playa.

El proyecto se basa en tres pilares: (1) ciencia, (2) participación ciudadana y (3) concienciación social. Los aspectos científicos integran dos aspectos principales: la observación ‘in situ’ del medio costero, tomando como base la infraestructura hotelera de IBEROSTAR y su apoyo logístico, y la modelización numérica, realizada desde el IMEDEA, que integra dichas observaciones y ayuda a diagnosticar y pronosticar la dinámica de la playa en escenarios futuros. La observación se refiere a la monitorización de las variables físicas que tienen un impacto sobre la morfodinámica de la playa (nivel del mar y oleaje), de las propias características de la playa (perfil, batimetrías y sedimentos) y de los cambios en su morfología (variaciones en la línea de costa). La modelización se refiere a la simulación, mediante un modelo numérico, de las transformaciones de los forzamientos físicos en la zona costera (e.g., procesos de asomeramiento de oleaje) y de la respuesta del sistema a estos forzamientos, tanto los observados como los proyectados bajo escenarios de cambio climático (e.g., aumento de nivel del mar). Ambos sistemas, monitorización y modelización, son complementarios entre sí. Las observaciones permiten caracterizar el sistema mientras que la modelización reproduce los procesos físicos y permite anticipar los cambios. Las observaciones son, además, fundamentales para la calibración de los modelos numéricos y para asegurar su fiabilidad y precisión.

Un segundo eje de la propuesta es el referente a la participación ciudadana. El papel de los voluntarios en la recopilación de datos se reconoce cada vez más en la investigación ambiental. Este tipo de enfoque participativo tiene como objetivo crear conciencia, llenar importantes lagunas de conocimiento e involucrar a distintos sectores sociales en la búsqueda de soluciones a los problemas de gestión del litoral. El potencial de los grandes conjuntos de datos generados por voluntarios para entender la dinámica de las playas y ayudar a su gestión más sostenible es enorme, ya que proporciona una cobertura temporal (y/o espacial) de determinadas variables que de otro modo sería imposible obtener. Además, la combinación de estos muestreos colaborativos con la visualización de información en tiempo real favorece la concienciación ciudadana sobre problemas ambientales y las dificultades de su gestión.

Finalmente, la comunicación y divulgación de resultados a distintos niveles de desarrollo del proyecto fomentan el conocimiento del medio y la concienciación social de la ciudadanía respecto a los cambios medioambientales, especialmente aquéllos derivados directamente del calentamiento global que ponen de relieve la fragilidad de los sistemas naturales.